4 días después de comprar los vuelos y los trenes también he finiquitado el tema del alojamiento en ambas ciudades: Stuttgart y Munich.
La verdad es que 4 días después estoy todavía muy ilusionado. De hecho estoy preparando una nueva edición de la "De Juergui Planet" (y sería la segunda de este año) que planeo llevar también al terreno electrónico, creando mi primera De Juergui Planet en formato eBook.
Y es que me siento como un niño con zapatos nuevos. Creo que mi personalidad es (desde hace algunos años) la de un culo inquieto que no se siente bien en ningún sitio, y sobre todo cuando lleva demasiado tiempo "estancado" en ese sitio.
Es por eso que viajar es una especie de "escapatoria", de forma de parar un poco, respirar, tomar una bocanada de aire y pensar en qué lugar estoy, cómo estoy, cuánto tiempo más voy a poder aguantar en ese lugar, etc....
A mi edad muchos de mis amig@s tienen una situación que ellos llaman "estable". Pisos, parejas, hipotecas, y demás historias que a mi solo me parecen complicaciones.
En cambio, yo solo me siento bien si cada cierto tiempo cojo una mochila y me planto en un "limbo" entre ninguna parte, en un albergue, hostal, rodeado de gente extraña de diferentes nacionaalidades.
Es como pasar "el mono". Yo se que cada 3 o 4 meses tengo que viajar lejos, coger un albergue, echarme la mochila al hombro con mi cámara de fotos dentro de ella y salir a buscar imágenes y sensaciones. Da igual si es una nueva ciudad, un nuevo paisaje o una ciudad ya conocida.
Pero bueno, así son las cosas, así es mi rutina y mi forma de buscar "la estabilidad".
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